viernes, 30 de abril de 2010

CAPITULO 1

El silencio me estaba matando. El incesante tictac del reloj de pared colgado delante mía era cada vez más martilleante. A pesar de la apacible blancura de la sala, dentro de mí estaba emergiendo un nerviosismo que pronto se alzaría como incontrolable. Las manos me sudaban. Trataba de secarme en el pantalón, pero me resistí. El traje que llevaba era alquilado. Por lo menos, la camisa era mía, por lo que poco me importaba la humedad que desprendían mis axilas. Quizá por eso, inconscientemente, pegué mis brazos a mi cuerpo. Un calor sofocante me invadía. Deseaba quitarme la corbata y desabrocharme el botón del cuello de la camisa, pero una fuerza invisible me impedía moverme.

Uno a uno, todos los candidatos al puesto entraron y salieron de la oficina. Yo era el último, y cada vez me estaba poniendo más nervioso. ¿Sabré contestar a las preguntas? ¿Podré, acaso, hablar? Me conocía a mí mismo muy bien. Siempre que estoy nervioso, no puedo moverme ni hablar. Me quedaré sentado como una estatua, sin poder articular palabra. Esos pensamientos me ayudaron a moverme y a levantarme, dispuesto a huir cobardemente de allí, pero justo cuando me dirigía a la puerta de salida, una voz me llama.

- Ya puede pasar.

El joven que acababa de salir de la oficina me tocó el hombro. Su semblante me intranquilizó aún más. Parecía que su entrevista no fue muy bien. El joven sale de la sala y yo me dirijo al despacho. Tímidamente llamo con los nudillos.

- Adelante,- una femenina voz responde de dentro.

Tomo el picaporte, empapándolo de mi incontrolado sudor y asomo la cabeza.

- ¿Da su permiso?

La mujer me mira, sonriente, ofreciéndome la silla que había delante de su mesa. Mientras tomaba asiento, la mujer toma una carpeta y la abre.

- Así que...,- comenta la mujer, mientras ojea la carpeta -, usted también acaba de terminar la carrera, ¿verdad?

- Sí,- mi voz fallaba.

- ¿Sabes cuántos como tú he entrevistado a lo largo de esta mañana?- Mis ojos la miraban fijamente. No podía pestañear -. Veinte ya. Y todos parecían cortados con el mismo patrón. Calificaciones notables, cartas de recomendación...,- asentí con un ronroneo. ¿Hice eso? -. Y veo que tú no te quedas atrás...,- seguía repasando aquellos papeles -. Varias matrículas... Asistente a varias conferencias... Responsable y trabajador...- De repente, la mujer deja los papeles, cruza sus dedos, y me mira fijamente -. ¿Qué te hace diferente al resto?- Mi asombro debió de ser exagerado, ya que me volvió a preguntar -. Quiero decir, ¿qué puedes aportar tú que no puedan aportar los demás candidatos?

Tras unos segundos pensando, finalmente respondí.

- Si le he de ser sincero, no lo sé. No sé qué le habrán respondido los demás candidatos, por lo que no sé qué contestarle. Puede que mi detallismo a la hora de trabajar, o la pasión que le pongo al trabajo, o...,- voluntariamente me callé. Estaba actuando como creía que actuaron los que estuvieron antes -. No creo que pueda aportar nada nuevo, ya que yo sólo vengo a aprender de ustedes.

- ¿Y por qué nos elegiste? Hay otros profesionales, grandes, muy grandes, repartidos por todo el país. ¿Por qué nosotros?

- ¿Y por qué no?

Lo sé, me di cuenta al momento, pero fue automático. No debí de haber contestado de esa manera, pero lo hecho, hecho está. La mujer volvió a los folios. Quizá fue una sensación mía, pero juraría que la mujer puso mala cara, quizá por mi respuesta. El sudor ya era incontrolable, tenía vida propia, y decidí poco a poco levantarme de la silla y salir de ahí. Me sentía como un diminuto microbio en aquel momento. Quería salir sin que nadie me sintiera. Pero la mujer se levantó. Yo la imité, dispuesto a largarme de allí, pero rehusé. La mujer me estaba tendiendo la mano. Durante un par de segundos no supe qué hacer, pero decidí estrecharla la mano.

- Bienvenido al Jeffersonian.

lunes, 26 de abril de 2010

LA TELEVISION PERFECTA

Seguro que todos pensaréis al momento de leer el título: "SIN TELECINCO!!!" Pues no andáis mal encaminados, no. Pero me refiero a cuál sería, desde mi punto de vista, la programación ideal en el supuesto de una fusión general de cadenas.

Por tanto, mi televisión perfecta sería así:

10.15 Las Mañanas de la 1 (aunque Espejo Público tampoco es moco de pavo, pero puestos a elegir, prefiero a Mariló que a Susana, no porque me guste más Mariló como presentadora, sino más bien es por los colaboradores que hay en ambos programas. Aunque ahora que lo pienso, Espejo Público es a las 9.00, así que podría ver el comienzo, y a las 10 pasarme a La 1)

14.00 Noticias (pero de la televisión local, en mi caso, Segovia-CYL8)

14.30 Date el Bote (sí, en Segovia vemos a Sobera, y seguimos en la televisión local. ¡¡¡Qué crack!!!)

15.30 Sé lo que hicisteis (aunque también me puede Saber y Ganar).

17.30 Entre Fantasmas (que empezaría a ver a las 16.00 si me decantara por Saber y Ganar)

18.30 España Directo (lo vería empezado, si Entre Fantasmas lo hubiesen dejado hasta las 19.00)

20.00 Gente

21.00 Noticias (Antena 3)

21.45 El Intermedio (aunque, en la realidad, lo veo cuando me acuerdo....) :P

22.30 Aquí ya depende del día:
Lunes: C.S.I. (Lo siento, pero es lo único bueno de T5. O, al menos, lo menos malo)
Martes: (que ahora no me acuerdo que puede haber, pero lo más probable es que lo dedique a ver alguna peli)
Miércoles: Bones (aunque en los anuncios no puedo resistirme a echarle un ojo a MQB....)
Jueves: Cuéntame/Águila Roja (Gran Reserva no me atrae)
Viernes: José Mota (pero ya lo han quitado, y lo veía de higos a brevas ¬¬)
Por lo tanto: Martes y Viernes noche: cine

0.00 Buenafuente (y a la cama)

viernes, 16 de abril de 2010

ENHORABUENA MAMÁ!!!!

El miércoles me dieron la mayor alegría del mundo. Lo llevaba deseando desde el pasado octubre, pero pude recibirla en directo, sin esperar a que terceras personas me lo dijeran después. Y, sin duda, es un gran alivio. Mi madre llevaba enferma desde entonces, y el pasado miércoles, por primera vez desde entonces, la acompañé a su sesión mensual. Si lo hubiera sabido, la habría acompañado la primera vez...

Estuve esperando varios minutos en la sala de espera hasta que aparece ella, llorando. Casi me dio un vuelco el corazón hasta que la oigo susurrar: "Desapareció" entre lágrimas. Y esa palabra nos quitó a todos un gran peso de encima. Aun así, la tienen que operar, pero sin ese miedo que se apodera de todo tu ser si "eso" no hubiera desaparecido.

Y doy gracias porque mi madre, gran luchadora de la vida, venciera en esta batalla. Ahora, el año (largo año) que nos queda de sesiones, lo viviremos todos con mucha más tranquilidad.

TE QUIERO MUCHO, MAMÁ!!!!!!

lunes, 5 de abril de 2010

Y TÚ, ¿QUÉ LES PREGUNTARÍAS?

Estos días me ha dado por pensar... Sí, ya sé, mis neuronas siguen de brazos caídos, pero he hecho de tripas, corazón, y me he arriesgado a sufrir un derrame. He pensado... en ellos. En SLQH. En esos cuatro años que llevan en antena. En su cadena. En el trabajo que tienen y hacen (y las horas extra que algunos hacen fuera de plató... *tos tos monólogos tos tos*). En el fenómeno fans, que tan de cerca conozco (esto va por vosotras, locas mías). Y he llegado a la conclusión de preguntarme ¿Qué haría yo si me dejaran cinco minutos a solas con ellos?

La respuesta sería demasiado obvia si nos dejáramos llevar por las conversaciones de los foros y redes sociales *tos tos pervers, que os ailoviu mucho tos tos*, pero no. He decidido decantarme por una respuesta más prudente. Una entrevista. Sí. Así es. Les haría una pequeña entrevista (que en cinco minutos no me daría tiempo ni de empezar, porque esos cinco minutos los usaría para tranquilizarme y dejar de temblar y poder articular aunque fuera una sílaba).

Ya he visto por encima las entrevistas que les hacen, sobre todo a Ángel y a Dani, y sus respuestas que, como buenos cómicos, son muy poco serias, quizá para vacilar al periodista, pero en mi entrevista les pediría seriedad y que sus respuestas fueras más verídicas. Para que eso llegara a pasar, me ayudaría bastante (o eso creo) que se celebrara en un bar, con unas cervezas (para mi un refresco, que no bebo) y en ambiente distendido.

¿Y que qué les preguntaría? ¡Por dónde empezar! Les podría preguntar por la fama, que qué tal la llevan. Les preguntaría por los fans, cómo son capaces de tener la sangre fría de andar entre esa marabunta de hormonas con patas (entre los que yo me cuento ¬¬) al salir del programa, soportando la lluvia de flashes, bolígrafos y vocerío vario requiriendo una mirada, un saludo, una sonrisa. Soy yo y saldría por patas. Quizá por timidez, quizá por huraño (no me gusta estar rodeado de gente. Lo sé, soy un bicho raro, pero qué le vamos a hacer. Así me he formado a lo largo de mi corta vida). También les preguntaría si conocen lo que se cuece en los foros sobre ellos (que me da en la nariz de que así es), y seguro que me dirían que lo ven como una gran muestra de cariño hacia ellos (¿por qué me acaba de llegar a mi mente la imagen de Patricia, sonriendo?) porque lo hacen (hacemos) todo desde el cariño y la admiración. Porque si alguien lo hace para dañar... Bueno, habrá gente que no le guste el programa, lo admito (aunque no llego a comprenderlo), pero de ahí a llegar a atacarles por todos los flancos... Bueno, nosotros también lo hacemos con T5, pero porque nuestros motivos tienen fundamento... ¿o no? ¬¬

También les preguntaría cómo hacen el programa, si no tienen estrés o lo han tenido alguna vez, sobre todo cuando a alguno le toca actuar en algún lugar a la tarde-noche. Porque, pensadlo detenidamente: no sé a qué hora se levantarán ni sé a que hora entran a trabajar (pongamos que se levantan a las....¿8?, y que entran a... digamos... ¿las 9?). Se pasan toda la mañana reunidos para hacer el guión corriendo, para grabar algunos sketches, más la hora para comer, más la edición de vídeos, reportajes, doblajes, etc... Y pensad luego que a las cinco y media acaba, pero si alguno tiene actuación a la tarde, tiene que ir corriendo a casa, para cambiarse, cenar, ducharse, ir al lugar de la actuación (que todos conocemos como la Chocita) a hacer pruebas de sonido, de luz, ensayar el monólogo, etc... Y más cuando salen de Madrid a otra provincia (creo que para eso eligen un fin de semana, ¿no?)

Y esa es otra: el monólogo, ¿cuándo lo escriben? Se supone que lo escriben días antes, porque para aprendérselo se necesita bastante tiempo. En fin, que yo no aguantaba ni una semana (lo sé, tengo sangre de horchata). Pero seguro que una respuesta que me darían y que se repetiría siempre sería algo como vale la pena pasar por todo esto por ver el resultado final: las risas del público y el cariño de los fans.

Otra pregunta que me viene a la cabeza es: para hacer la sección de Ángel, ¿cómo hacen para ver las demás cadenas? ¿Tienen a un tío 24 horas al día viendo una cadena entera? Porque no me lo explico... Y estoy seguro de que alguno me respondería afirmartivamente. (Ahora comprendo el odio de Ángel por T5... ¡Él era el encargado de visionar esa cadena! Pobre muchacho... Así está el pobre... *niega*). Pero, en serio, lo mejor sería poder estar en los estudios aunque fuera por un día, una hora, un minuto. Pero eso nunca lo sabré... hasta que consiga hacerles estas preguntas (que es nunca...).

En fin.

Y vosotros, ¿qué les preguntaríais?

viernes, 2 de abril de 2010

Adiós a una de las grandes personalidades segovianas


Fallece a los 79 años el cocinero Tomás Urrialde
Era hijo predilecto de Segovia y recibió la Medalla del Trabajo en su categoría de Plata

El cocinero Tomás Urrialde falleció ayer en Segovia a los 79 años, tras ser una referencia de la cocina española, que trabajó durante cuarenta años en los fogones del Mesón de Cándido, junto al popular Mesonero Mayor de Castilla. Fuentes de la familia señalaron que el fallecimiento se produjo en la mañana de ayer y que los restos de este maestro de los fogones, que ha paseado la cocina española por medio mundo, serán incinerados hoy, viernes.
Además de hijo predilecto de Segovia, en 2007, Tomás Urrialde recibió la Medalla del Trabajo, en su categoría de Plata, de manos del entonces ministro Jesús Caldera, quien le reconoció como referencia de la gastronomía española y como pionero en incorporar los judiones de La Granja a la cocina internacional.
Aparte de la profesionalidad, Urrialde destacaba por su personalidad afable y su extraordinaria generosidad, colaborando desinteresadamente en acontecimientos de promoción cultural y gastronómica de Segovia, como la romería de Malangosto, la más alta de Europa porque se celebra a 2.002 metros de altitud.
Después de ejercer como pinche en un hotel, Urrialde entró a trabajar con 14 años en el Mesón de Cándido, donde estuvo cerca de cuarenta, haciendo una gran aportación a la difusión de la cocina segoviana en el mundo.
Con sus grandes bigotes, se convirtió en uno de los primeros cocineros mediáticos de la historia, apareciendo con el llamado Mesonero Mayor de Castilla junto a premios nobel, escritores y políticos, bellezas de Hollywood y figuras del toreo.
Posteriormente puso en marcha el restaurante La Cocina de Segovia en el Hotel Los Arcos, durante diez años, hasta su jubilación, destacando también por su conocimiento de la micología y por crear escuela, poniendo en valor una parte importante del acervo cultural de su tierra y de sus tradiciones.
Urrialde llevaba a gala ser una de las pocas personas que conserva un libro de cocina dedicado por el pintor Salvador Dalí, a quien copió la idea de arroparse en invierno con un abrigo de visón, además de que no se apartaba de su inseparable boina.